Hay muchas personas familiarizadas con los
incrementos exponenciales de Intel en el número de
transistores integrados en nuestros procesadores y en otros
ingredientes de primer nivel para plataformas. Estos
incrementos, tal y como se ilustra en el gráfico siguiente,
nos han llevado de una forma sólida y fiable hacia más
rendimiento informático según se mide en millones de
instrucciones por segundo (MIPS).
Haga clic
para ampliar
La Ley de Moore es sinónimo de más
rendimiento. La capacidad de
proceso, medida en millones de instrucciones por segundo
(MIPS), ha subido debido a cómputos de transistores en
aumento.
Pero la Ley de Moore también significa
costes en descenso. A medida que los ingredientes de las
plataformas y los componentes basados en el silicio obtienen
más rendimiento, resulta exponencialmente más barato
fabricarlos y, por consiguiente, son más abundantes, más
potentes y están más integrados en nuestra vida cotidiana. Los
microprocesadores de hoy día equipan todo tipo de artículos,
desde juguetes hasta semáforos. Una tarjeta de cumpleaños
musical que cuesta unos pocos euros hoy día tiene más
capacidad de proceso que los grandes ordenadores más rápidos
de hace décadas. |